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Confesión de Fe de Westminster

Confesión reformada que establece los fundamentos de la fe protestante

Confesión de Fe de Westminster

Historia

La Confesión de Fe de Westminster fue escrita entre 1643 y 1646 por la Asamblea de Westminster, convocada por el Parlamento inglés durante la Guerra Civil. La asamblea estaba compuesta por 121 teólogos y pastores puritanos, junto con 30 miembros del Parlamento.

Capítulo I: De las Santas Escrituras

Aunque la luz de la naturaleza y las obras de la creación y de la providencia manifiestan la bondad, sabiduría y poder de Dios de tal manera que los hombres quedan sin excusa, sin embargo, no son suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación; por lo cual le agradó al Señor, en diferentes épocas y de diversas maneras, revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su Iglesia; y después, para preservar y propagar mejor la verdad y para establecer y consolar a la Iglesia contra la corrupción de la carne y la malicia de Satanás y del mundo, le agradó también poner por escrito toda esa revelación. Esto hace que las Santas Escrituras sean muy necesarias, habiendo cesado ya las maneras anteriores por las cuales Dios revelaba su voluntad a su pueblo.

Capítulo II: De Dios y de la Santa Trinidad

Hay un solo Dios vivo y verdadero, el cual es infinito en su ser y perfecciones, un espíritu purísimo, invisible, sin cuerpo, partes o pasiones, inmutable, inmenso, eterno, incomprensible, todopoderoso, sapientísimo, santísimo, libre y absoluto, que obra todas las cosas según el consejo de su propia voluntad inmutable y justísima, para su propia gloria; es muy amoroso, benigno, misericordioso, paciente, abundante en bondad y verdad, que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado; es galardonador de los que le buscan diligentemente, y sobre todo, justísimo y terrible en sus juicios, que odia todo pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al culpable.

Influencia Histórica

La Confesión de Westminster ha tenido una influencia profunda en el protestantismo reformado, especialmente en las tradiciones presbiteriana y reformada. Ha sido adoptada por numerosas iglesias y denominaciones como su confesión de fe oficial.

"Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia" (2 Timoteo 3:16).